Partes de la tasación inmobiliaria
La tasación de un inmueble consta de dos partes diferenciadas:
El Informe de Tasación, que recoge la identificación del bien con las características más importantes del mismo, tales como la localización, situación urbanística, descripción física, parámetros de mercado relevantes que le afecten, servidumbres existentes, arrendamientos, situación jurídica, etc… Incluye también el método de valoración empleado y, finalmente, el valor de tasación en euros al día de la fecha.
El Certificado de Tasación, que consta de su correspondiente informe, según se describe en el punto anterior, y de un documento que, como su nombre indica, “certifica” el valor de tasación del bien conforme a las exigencias del RD 1289/1991 de 2 de agosto y la Orden de 30 de noviembre de 1994, que regula las normas de valoración de bienes inmuebles para determinadas entidades financieras. Dicho certificado debe estar avalado por una Sociedad de tasación que cumpla todos los requisitos de la legislación vigente.
El certificado tiene un plazo de validez de seis meses a contar desde el día de la emisión del mismo y su utilidad se justifica, por ejemplo, en el caso de solicitud de un préstamo hipotecario contra el inmueble.
Para realizar tanto el Informe de Tasación como el Certificado de Tasación se deberá facilitar:
- El acceso al inmueble al tasador.
- La escritura del título de propiedad o, en su defecto, nota registral.
- Un plano de la planta del inmueble, si ello es posible.
- Formalizar el encargo según la Hoja de Encargo tipo.
- En su caso, contratos de arrendamiento, actualizaciones y último recibo de renta.
Obtenga una tasación oficial de inmueble: